Pular para o conteúdo principal

CRÔNICA: UN PASEO POR EL PUEBLO

A torre de Babel, de Guegel, 1563.

Miguel Calderón Fernández
Costa Rica.

La pandemia asusta a todos, la gente habla de eso, y el televisor también.  Hemos tenido que instalar ventiladores en la sala de televisión, tantas horas viendo las noticias provocan mucho calor en verano. Uno se queda pensando si la humanidad merece este tipo de tormentos, y no acaba de encontrar respuesta; en otros tiempos también ha habido pandemias o pestes, pero esta es de nosotros, de la época de la globalización; por eso se interrumpe el internet; en las casas, confinadas, y sin nada que hacer, las personas pueden usar el teléfono sin restricción, después vendrá el recibo de cobro y se verá que hacer.
Hoy escuché un avión sobrevolar el pueblo; en las pandemias anteriores los aviones no se habían inventado, al menos nosotros tenemos aviones y los vemos sobrevolar el cielo como hoy. Es La Virgencita, me dijo un vecino que salió al patio para saludarla; la andan paseando por todo Costa Rica para que elimine la peste. Claro, La Virgencita puede ayudarnos, reiteró; y los otros países que van a hacer con la pandemia, le pregunté, si ellos no tienen virgencita nos llegará de nuevo este mal. Eso no lo sé, respondió el hombre en forma sincera. El avión se alejó rápidamente y la figura adusta de La Virgencita iba cubierta por un vestido especial para ese día, al menos eso escuché en las noticias. Ese vestido lo habían guardado desde la última celebración sin saber que lo ocuparían; El Obispo, cuando vio el vestido plateado con bordes dorados lo definió así, “este dejémoslo para una ocasión especial”, y guardó el pequeño atuendo de diez pulgadas de largo y tres de ancho. EL color plateado y los bordes dorados reverberaban con el sol, y como en el Cerro de la muerte estaba cayendo llovizna, por la ventanilla del avión un arcoíris salía como anunciando que aquello si podría producir un milagro, eso escuché en la Hora Santa.
La última vez que La Virgencita produjo un milagro fue cuando el huracán Mitch iba a destruir la provincia caribeña, lo desvió y lo fue a dejar a Nicaragua donde unos indios cruzados con negro, a los que llaman Zambos Misquitos, sufrieron las consecuencias. Los de Nicaragua no tenían virgencita, habían llegado a esas costas caribeñas en los tiempos de la esclavitud cuando un barco encalló y muchos de ellos escaparon, después se juntaron con indias caribes y, ninguno conocía a la virgencita, la más cercana estaba en las calles de Masaya, la Inmaculada Concepción, que la celebran con una gritería, por eso el huracán no llegó a Masaya, se quedó entre los Misquitos dando vueltas por las montañas hasta que les destruyó todos los ranchos y sembradíos.
Los vecinos se arrodillaron para venerar a La Virgen voladora, pero cuando levantaron la cabeza ya el avión se había alejado, entonces les quedó la duda si aquello había sido una visión. Sintiéndose culpables por dudar salieron en tropel a pedirle al Obispo que paseara El Santísimo por los barrios, así la comunidad pudo salir al corredor de sus casas a ver El Santísimo bajar y subir por las calles asoleadas por el verano de marzo, que en tiempo de pandemia parece más grosero en las calles solitarias.

Al llegar a la catedral El Obispo sintió dolor de cabeza, ha de ser una insolación, le dijo su ama de llaves, pero el dolor aumentó y la respiración se le fue cayendo de a poco, hasta que ya no pudo más. Lo enterraron en el patio de la catedral donde entierran a los obispos del pueblo, solo que en esta ocasión nadie pudo ir a darle cristiana sepultura, el virus es contagioso y el ministro de la salud prohíbe las aglomeraciones. Una constructora de carreteras envió a un maquinista con un tractor moderno,, de esos que tienen aire acondicionado en la cabina, por eso el tractorista no abrió las ventanas, y desde sus controles escarbó un hueco de cinco metros de profundidad; y con un brazo hidráulico alzó el cuerpo del obispo que estaba envuelto en una sábana blanca, lo depositó en el fondo de la fosa y lo tapó con tierra colorada; y unas piedras redondas de enorme tamaño que había frente a la catedral fueron colocadas encima del hombre.

Comentários

Postagens mais visitadas deste blog

SEQUESTRO DAS NAÇÕES PELO CAPITAL

Foto de Aly Song/Reuters O jornalista Andy Robinson, em seu livro “Um repórter na montanha mágica” (Editora Apicuri, 2015), revela de que forma os integrantes do exclusivo clube dos ricos de verdade comandam a política universal, a partir da gelada Davos, e patrocinam a destruição de nações inteiras para alcançar seus objetivos econômicos particulares. Muito antes que alguns cientistas sociais cunhassem a expressão “tropa de choque dos banqueiros”, ao se referirem ao grupo considerado como classe média, Robinson desvendou como aqueles menos de um por cento da população universal manipulam sem qualquer piedade os outros noventa e nove por cento, inclusive promovendo ações sociais de suposta bondade, que contribuem para aumentar e perpetuar a miséria entre os povos. Ao falar sobre as mencionadas ações caritativas, patrocinadas por bilionários como Bill Gates e o roqueiro Bono da banda U2, Slavoj Zizek rotulou seus realizadores   de “comunistas liberais”, que manipulam org...

Superação do fascismo no Brasil

A nau dos loucos de H. Bosch Por Jorge Folena   Infelizmente, as instituições têm normalizado o fascismo no Brasil. E foi na esteira dessa normalização do que deveria ser inaceitável que, na semana passada circulou nas redes sociais (em 02/07/2024) um vídeo de treinamento de policiais militares de Minas Gerais, em que eles corriam pelas ruas cantando o refrão “cabra safado, petista maconheiro”. [1] O fato configura um absurdo atentatório à Constituição, pelo qual todos os envolvidos (facilmente identificáveis) deveriam ter sido imediatamente afastados das suas funções, inclusive sendo determinadas prisões disciplinares, e, em seguida, sendo processados administrativa e criminalmente.  Outro caso esdrúxulo foi o de um desembargador do Paraná, que em plena sessão de julgamento, não teve qualquer escrúpulo em derramar toda a sua misoginia, ao criticar o posicionamento de uma mulher (o caso analisado no tribunal era de uma menina de 12 anos, que requereu medida protetiva contra a ...

O país ingovernável

  Por Jorge Folena   No dia 27 de julho de 1988, o ex-presidente José Sarney, com certo tom de ameaça, dirigiu-se aos constituintes, em cadeia nacional de rádio e televisão, para afirmar, ao longo de vinte e oito minutos, que o texto constitucional que estava para ser aprovado deixaria “o país ingovernável”.  Na verdade, José Sarney manifestou na ocasião os interesses mais atrasados da classe dominante brasileira, que entendia que o reconhecimento dos amplos direitos sociais inseridos na Constituição brasileira de 1988 teria um grande impacto sobre o orçamento geral da União, controlado para satisfazer apenas os interesses dos muito ricos, deixando os pobres entregues à própria sorte. É importante lembrar, por exemplo, que, antes da Constituição de 1988 não existia o sistema único de saúde com atendimento universal para todos os brasileiros.  E o presidente Sarney, com o velho e surrado argumento, afirmava que o novo texto constitucional representaria um desencorajam...